
El primer día, llegaron al albergue, conocieron a las monitoras y dejaron las cosas en las habitaciones. Una vez todo organizado, tuvieron tiempo libre para comer el almuerzo y jugar por el pueblo. Después llegó la hora de la comida, cogieron fuerzas y se prepararon para pasear por el bosque. Teniendo el tiempo a favor, pudieron disfrutar del paseo, los animales, la vegetación… y con las explicaciones de las monitoras también les sirvió para aprender cosas nuevas. Antes de volver al albergue comieron las meriendas. Como aún les podían las emociones del primer día al cansancio, jugaron a pillar antes de la cena. Luego, cenaron y para acabar el día jugaron al juego de artistas. En ese juego, algunos eran los artistas y otros las esculturas, así pudieron relajarse e ir a descansar.
Al día siguiente desayunaron y fueron andando al monte, allí hicieron la visita a la cueva de Mendukillo. Volvieron a Astitz para la hora de comer. Después de comer tuvieron tiempo libre. Luego, ya conocido un poco el entorno hicieron juegos relacionados con eso y también hicieron maquetas de barro. Para acabar el día tuvieron la deseada discoteca.
El último día, desayunaron, hicieron un montón de actividades, disfrutaron del tiempo libre y después de comer llegó el momento de decir adiós a Astitz. Habiéndolo dado todo en los tres días, subieron al autobús y llegaron Agurain a coger el merecido descanso.